Lo declaran como un milagro.
Nicholas Holderman es un niño estadounidense de 1 año y 8 meses que tuvo un accidente casero; ya que se clavo las llaves del carro de su padre en su ojo izquierdo; lo curioso es que el niño no ha sufrido perdido la vista.

Según el diario
The Sun, el padre del pequeño, Chris, se llevó un buen susto cuando acudió a consolar a su hijo después de oírle llorar tras una caída. El niño se tenía el objeto completamente dentro del ojo y había penetrado en su cerebro. “Es realmente horrible ver que algo así le ha ocurrido a tu bebé”, dijo.

Después de pasar 6 días en el hospital, los cirujanos comunicaron a la familia que habían podido quitar la llave sin provocar ningún daño en el cerebro de Nicholas, pero que el ojo tenía una lesión.
Pero 15 después otro doctor examinó al pequeño y comprobó que no había perdido la vista. Además, en su cara no hay ni una sola marca del accidente.

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